EDITORIAL

Authors

  • Marco Oliveiro Fonseca Gonzalez Presidente Asociación Colombiana de Neurocirugía 2019 - 2021

DOI:

https://doi.org/10.51437/nj.v27i3.205

Keywords:

N/A

Abstract

Marco O. Fonseca González 

Con la pandemia de Covid 19, ha quedado muy claro la necesidad de que el cuerpo médico en general y eso nos atañe a los neurocirujanos tengan una presencia activa, propositiva y no solo reactiva y de poco impacto en la formulación de políticas de salud en nuestro país.   

Son muchas las perversiones que el actual sistema de salud y de intermediación laboral ha permitido que florezcan y se arraiguen en nuestro país. La inestabilidad laboral, la tercerización del talento humano en salud a través de “sindicatos” y/o cooperativas que solo responden a oscuros intereses económicos y politiqueros, la pauperización del ingreso sumado a la cultura del no pago que se ha hecho prevalente en algunas regiones del país y que en la práctica termina por literalmente robar al médico.  Todo esto nos ha transformado en una mano de obra barata, desechable, despojándonos de nuestra dignidad y de nuestra importancia intrínseca y a la vez condiciona una pésima atención a los pacientes que terminan recibiendo atención no del más idóneo sino del más barato y en algunos casos ha llevado incluso a la corrupción de la propia esencia de nuestro propio ejercicio.

 

Para tener una voz alta que represente lo mejor de nuestros intereses y los de nuestros pacientes, necesitamos organizaciones gremiales y científicas fuertes donde el nivel académico sea el más alto y la fortaleza gremial sea incuestionable, las dos cosas deben ir de la mano.  Para que esto sea realidad nuestras asociaciones requieren de la participación activa, deliberante y solidaria de todos y cada uno de sus miembros en particular y en general de todos los que nos dedicamos al ejercicio médico.  En este contexto es claro que fuertes, asociados podremos generar una voz fuerte y una interlocución valida. Con los estamentos decisorios a nivel nacional. Llámese, congreso, ministerio o empresas como IPS o EPS. Nuestra estrategia ha sido sumar nuestra voz a la de otras asociaciones científicas y de esa forma al menos ser oídos.  Si bien esta estrategia ha dado algunos resultados es claro que las limitaciones que nos genera el marco legal a las asociaciones científicas para avanzar nuestras aspiraciones laborales de contratación, de tarifas etc. requiere de la complementariedad de sindicato Nacional de neurocirujanos.  Desde hace tres años le hemos dado vida jurídica a dicho sindicato, pero las   dificultades que aparecieron para todos durante el último año unidos a la pasividad de los neurocirujanos colombianos y a la falta de compromiso real de todos nosotros, ha generado la falta de despliegue completo del mismo. En el futuro se requiere que todos los que ejercemos la neurocirugía en Colombia en forma real, solidaria y propositiva nos comprometamos con ambas organizaciones gremiales complementarias entre sí y que, trabajando de forma unida, logremos respetabilidad, dignidad y voz coherente.  Finalmente, el panorama de nuestro futuro gremial y personal, depende del compromiso de cada uno de nosotros.  A eso los animo y a eso continuare dedicando mis esfuerzos.

¿Queremos que el futuro no sea peor que esté presente tan hostil a nuestro ejercicio digno? Estoy seguro que la respuesta de dada uno de nosotros es un SÍ sonoro.  Si no unimos nuestras fuerzas, si no nos integramos a nuestras asociaciones científicas y nuestro sindicato, si no creamos grupos de alto nivel científico y gremial será muy difícil hacernos respetar y será mucho más difícil el ejercicio de nuestra profesión, nuestra voz no será escuchada, nuestros ingresos continuaran pauperizándose, nuestro nivel científico será cada día más lamentable y por último la atención que daremos a nuestros pacientes será cada vez de menor calidad.  En nuestras propias manos esta tratar de rectificar lo que haya de ser rectificado y de crear los mecanismos colectivos que permitan avanzar en todos los sentidos.  Los invito pues a transformar las quejas diarias en un apoyo real a la existencia de la ACNCX y del sindicato. Parafraseando a Kennedy, no digamos que hace la ACNCX por nosotros sino más bien, ¿qué estamos nosotros a dispuestos a hacer por ella?

Marco O. Fonseca González 

Presidente Asociación Colombiana de Neurocirugía

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N/A

Published

2021-04-28

How to Cite

Fonseca Gonzalez, M. O. (2021). EDITORIAL . Español, 27(3), 7–8. https://doi.org/10.51437/nj.v27i3.205